martes, 9 de marzo de 2010

Política: El arte de gobernar

Arnold Toynbee: “El mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por quienes sí se interesan”

Por: Blas Alfonso Núñez Tovar
Ingeniero Industrial
E-mail: blasalfonso7@hotmail.com
http://blasalfonso.blogspot.com/

“Yo no voy a votar pues no vivo de políticos” dijo un conductor local. A los pocos días estaba afectado y renegando porque un gobernante de otro país con una decisión política hizo que aumentara repentinamente el precio de la gasolina. Un ejemplo contundente que demuestra que los hechos políticos nos afectan a todos en algún momento.

La actitud de esta persona refleja el resentimiento y la aversión que tiene un sector de la población hacia la política. Un tema que, al igual que el de la religión, se ha convertido en un tabú para muchos; aunque ambos, influyen directa o indirectamente en el desarrollo de los pueblos, en nuestro estilo de vida, nuestras libertades y por ende en nuestra felicidad.

El hecho de no entender la importancia de la política está relacionado con diversas variables. En primer lugar los ciudadanos no visualizan el efecto benéfico materializado en el impacto social. Por otro lado, algunos tienen una percepción de invulnerabilidad a los efectos de la política; una especie de falsa independencia de la misma. Y, por último, la imagen negativa que se tiene de los políticos, llegando al extremo de satanizar la palabra política.

Establecer la diferencia entre política y politiquería es útil para contrarrestar la imagen negativa de la misma. La politiquería, según la definición de diccionario, consiste en hacer política de intrigas y bajezas (Encarta, 2007). Es un cúmulo de actos subterráneos que buscan el bien particular en detrimento del bien común. En contraste, la administración de los recursos públicos, de manera responsable, dónde prime el interés general, nos lleva a la definición clásica de política: El arte de gobernar.

Entender que todas las instituciones, organizaciones, asociaciones o grupos son susceptibles de ser infiltradas por individuos que actúan en contra de los objetivos preestablecidos, es el primer paso para no adoptar actitudes reaccionarias como no cumplir con el deber ciudadano de votar.

Usualmente, frente a una problemática, lo primero que hacemos es buscar culpables externos y no empezamos por realizar nuestra propia evaluación de responsabilidades. A las compañías se les exige responsabilidad social empresarial; pero eso lo hacen realidad las personas. Y en esta sociedad usualmente las personas no poseen lo que denomino responsabilidad social individual. Permítanme acuñar el término responsabilidad social individual para preguntarnos ¿A quién elegimos o dejamos de elegir? ¿Qué valores le inculca usted a los niños y jóvenes políticos del futuro?

Si la política es un arte no cualquiera puede ocupar cargos públicos pues ahí empiezan todos nuestros males de los cuales somos también responsables aunque no lo admitamos.

Politiquería. f. Acción y efecto de politiquear.
Microsoft® Encarta® 2007. © 1993-2006 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

Politiquear Hacer política de intrigas y bajezas.
Microsoft® Encarta® 2007. © 1993-2006 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Deacuerdo con la entrada y la frase es muy cierta  “El mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por quienes sí se interesan”
Me da mucha pena ya que en mexico las encuestas revelan que un 80% de los jovenes de entre 15 a 30 años no les interesa ni estudiar y menos aprender politica me da pena por que soy del 20% que le gusta y la comprende aun teniendo 16.
SALUDOS

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