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domingo, 21 de junio de 2015

Mensaje de Alejo Rutto a los padres en su día


Para ti que eres un esposo maravilloso y el mejor padre del mundo, recibe esta felicitación de nosotros y todo nuestro cariño en este Día del Padre.…

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sábado, 11 de septiembre de 2010

Desde los hombros de mi padre

Por: Paola Johana Martínez Ortíz

Tenía cerca de 8 años recuerdo, aunque no me gustaba el fútbol acompañaba a mis padres al estadio porque era y es un deleite para ellos. Todavía puedo recordar que mi único entretenimiento en aquel lugar era comprar toda clase de golosinas que ofrecían los vendedores ambulantes mientras duraba la función, y luego cuando ya no tenía más que hacer comenzaba a llorar para irnos de aquel lugar, le decía a mi padre: ¡papi no me gusta!, no; no ¡no me gusta el fútbol!... además me pisan los grandes.

Esa era una situación que constantemente se repetía, hasta que un día mi padre en su idea de no aceptar que su hija fuera apática su deporte preferido “el fútbol”, decidió estar más atento a la razón de mi inconformismo. Llegamos aquel domingo a la hora acostumbrada…. ¡hoy no! Dijo mi papá, yo le pregunté ¿no qué? ; hoy no vas a hacer lo de siempre….. ¿Por qué te quejas tanto? Me preguntó él, porqué todos me pisan y no me dejan ver… todos son más grandes... ¡le respondí!, luego sentí como sus grandes manos me alzaban y me colocaban en sus fuertes y anchos hombros. Fue una experiencia que nunca he podido olvidar, una sensación indescriptible; visualizar aquel panorama de manera tan clara, ver tan pequeño aquello que antes veía tan grande… y sobre todo que nadie me podía pisar porque estando sobre los hombros de mi padre estaba a salvo, estaba protegida…

Ahora cuando ya paso de los 20, no ha sido impedimento seguir experimentando aquella inquietante vivencia; y no es precisamente porque mi papá me siga llevando al estadio para cargarme en hombros, sencillamente es vivir todo el tiempo mirando desde los hombros de mi padre celestial. Así es, vivir en plena paz, cuando antes mantenía bajo el temor; ver todo más claro, cuando antes no entendía todo lo que en mi vida acontecía. Eso sólo lo pude lograr cuando por segunda vez viví la misma experiencia… esta vez no fue en un estadio, ni fue mi padre natural el que me alzó para que no me pisaran, fue estando debajo de una gran nube de humo que sentí que unas manos gigantes me alzaron; me anclaron sobre unos fuertes hombros, y me permitieron ver el horizonte perfectamente, fue cuando me di cuenta que todo lo que veía imposible de alcanzar, desde los hombros de mi padre celestial era completamente asequible.

Desde los hombros de mi padre ya nada es grande para mi, todo lo veo claro y muy cerca, desde aquellos hombros fuertes no temo a los gigantes; sencillamente porque desde ellos los gigantes dejan de ser más grandes que yo y se convierten en diminutas hormiguitas que se pueden pisar fácilmente. Qué bien se siente mirar DESDE LOS HOMBROS DE MI PADRE.

Deuteronomio 31:6 Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.

Bendiciones,

viernes, 19 de junio de 2009

Gracias Papá

Por: José Augusto Duque Suárez
Escritor

En conmemoración del mes del Padre en esta primera oportunidad de escribirles en este importante espacio informativo, me dispongo rendir un sincero homenaje a todos los Padres de Colombia. Para ustedes con total entrega estas letras:


Gracias Papá, porque en cada amanecer te levantas de tu lecho y te dispones con fe y animo, para proveernos del bocado de comida.

Gracias Papá, por tus cuidados y consejos, por regalarnos tu esencia y confidencialidad. Por corregirme sin herirme y elogiarme cada vez que realizo las actividades que suministran alegría a mi ser.

Gracias Papá, por regresar a casa después de una larga y exhausta jornada, en el que sin importar todo lo acontecido en tu trabajo, traes a nuestro hogar luz en tu corazón y una esbelta sonrisa en tu rostro.

Por eso y mucho mas te amare eternamente, con la misma intensidad de cómo aman las estrellas al firmamento y las gaviotas al cielo.

Me despido deseándote éxitos y paz en tu interior hoy y cada día que Dios te permita vivir para que cumplas tu legado en el universo.


Feliz día del padre

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