lunes, 10 de agosto de 2009

El olor de la zozobra

Por: Julio Manuel Larios Ríos

El viernes en la provincia de Padilla comenzó a colarse por entre las rendijas de la brisa el olor; este se fue esparciendo con lentitud y nos mandó a acostar temprano, era un olor acre y penetrante.

El sábado en la mañana la intensidad del olor nos hizo despertar más temprano, nuestras narices trataban de descubrir su rastro en los intersticios de la memoria, hasta que descubrimos que era el olor mesiánico del poder, acompañado de el aroma amedrantante de las armas que portaban los policías y militares omnipresentes, encargados por orden del pre monarca de escudriñar con acritud hasta los pensamientos más recónditos, buscando descubrir en los viajeros y la oposición el dulce olor de la rebeldía.

Los retenes de la fuerza pública se multiplicaban a lo largo de la vía, nos obligaban a bajar de los autos y nos requisaban hasta los sueños.

El presidente llegó a San Juan del Cesar a instalar uno más de los cientos de consejos comunitarios que se inventó para poder descuartizar la democracia y pasar así sobre las autoridades territoriales, donde “arregla la patria” y nos muestra los caminos del bien con su acento paternalista. Como cosa rara repartió saludos y sonrisas por doquier, instaló la sesión y como siempre regañó y comprometió a los ministros y directores de los institutos descentralizados, a solucionar los innumerables problemas que aquejan desde siempre a la región, prometió el oro y el moro, embaucó a la cohorte de sus lacayos eternos con el perenne cuento de la “seguridad democrática”, la “confianza inversionista” y la “cohesión social”.

En un momento de sus arrebatos cotidianos, cansado por los plañidos de Gloria Henriquez, de empresarios del combustible y de algún alcalde desubicado, disparó una orden perentoria al comandante de la DIAN, coronel, cero tolerancia y mano dura contra los terroristas del contrabando de gasolina y comida de Venezuela, que no pase ni una gota ni un grano.
El olor de la represión se expandió hacia el resto de la Guajira y llegó a Maicao, los habitantes sintieron entonces la presión de la persecución y se tensionaron.

El domingo la tensión iba creciendo como una marejada, los corrillos olvidaron momentáneamente el fallo del consejo de estado sobre la nulidad de las elecciones de alcalde en Maicao, que nos alimentó la esperanza de la gobernabilidad extrañada y se dedicaron a especular sobre lo que podría pasar ante la orden presidencial.

El lunes el olor de la desesperanza impregnaba todos los rincones de Maicao, el moto taxista que me transportaba me advirtió como en el cuento de García Márquez “aquí va a pasar algo”, lo dijo convencido que el pueblo cansado de tanta ignominia, reaccionaría.

Cumpliendo la orden del presidente el comandante de la DIAN ordenó a sus hombres decomisar toda la gasolina que se vende en pimpinas en cualquier lugar de Maicao, estos acataron la orden y arrebataron a los pimpineros su sustento diario, el olor de la violencia se propagó empujado por los alisios del norte y ahí fue Troya. Los pimpineros se arremolinaron con la rabia latiéndole en las arterias en la sede de la DIAN exigiendo respeto y con el valor de la razón y la justicia, arremetieron a buscar lo que legal y humanamente les pertenecía.

Los ánimos fueron caldeándose ante la injusticia y como siempre las autoridades sordas al dialogo y la concertación en la soberbia del poder reclamaban la verdad universal de la sinrazón.
El olor de la injusticia se huracanó en el pueblo y comenzó la hecatombe.

Cientos de personas arremetieron con furia contra las instalaciones de la DIAN, cuando ya no pudieron mas el huracán cambio de dirección y los llevo a las bodegas de almagrario, deposito de gran parte de la mercancía decomisada desde siempre, quienes no estaban en la turbamenta ansiosa de venganza, se apresuraron a cerrar puertas y ventanas y a atrancarse para impedir el olor del miedo que iba brotando con prisa.

Controlado por las autoridades este desenfreno, la horda ciega, ebria de venganza y acuciada por las voces de la iniquidad se dirigieron al palacio municipal, donde desde temprano los funcionarios habían puesto pies en polvorosa con el miedo corroyéndole las entrañas, el aire olía a miedo y las voces de la ira alimentaban el rencor largamente contenido. Vamos a quemar la alcaldía con el alcalde dentro, gritaban algunos en la barahúnda frenética que iba anegando las calles como un inmenso rio humano. No pudieron. Entonces entre la frustración y el desenfreno hicieron lo que no debieron hacer, destruir y desvalijar el almacén el gran punto, cuyo dueño es una víctima más de la desidia. Los vándalos después de romper los vidrios entraron a arrasar con todo, se guardaban las camisas, los pantalones, hacían envoltorios con las mercancías y soñaban con estrenar por fin ropa de marca, de esa que usan los riquitos, dijo alguien.

El alcalde sacó los últimos arrestos que tenía y decretó a las carreras la ley seca y el toque de queda, la policía y los militares controlaron la situación, las calles se fueron quedando solas y el rancio olor de la inseguridad democrática fue materializándose.

El martes nos despertó el ominoso olor de la zozobra, las calles estaban repletas de gentes angustiadas unas, decididas otras, y otras con el rostro del temor.

En el mercado alguien grito de pronto, allá vienen, el olor de la zozobra se hizo tan denso que casi no nos dejaba respirar, los comerciantes electrizados corrieron a cerrar los negocios, el estruendo de las puertas metálicas y de estera bajando precipitadamente formó una creciente música infernal que nos ponía la carne de gallina y nos aumentaba el miedo.

Todos estábamos a la espera de la hecatombe que arrasaría por y para siempre, este pueblo del desierto que ha sobrevivido a los mil y un embates de las autoridades para borrarlo del mapa y acabar por fin con la pesadilla de este nido de contrabandistas que ahora además son chavistas y ya tienen células terroristas de hezbola para destruir la economía del centro de la patria.
La noche se fue quedando sola, la incertidumbre se paseaba oronda por las calles y las casas.

El olor de de la zozobra se hacía más espeso, de pronto los vientos de la rabia soplaron con reciedumbre e irradiaron hacia, Albania, Cuestecita, Hatonuevo, Barrancas, San Juan, Villanueva, Urumita, y La Paz; el rencor contenido anego los corazones exigiendo justicia, respeto y el fundamental derecho a sobrevivir.

Aún hoy se siente el aroma de a incertidumbre impregnado en todos los rincones. No sabemos cómo puede terminar esta situación alimentada por la soberbia de los que todo lo tienen y la desesperanza de quienes tienen el elemental derecho a sobrevivir ante esta ola de miseria que se extiende silenciosa por todos los vericuetos de a patria.

Amanecerá y veremos.

Maicao y su situación difícil

Por: Danny Daniel López Juvinao
Director del grupo: Jóvenes Guajiros, Herederos del Departamento

Para nadie es un secreto que Maicao está atravesando actualmente una situación realmente delicada; indiscutidamente dos realidades fueron el detonante: la primera, el fallo del consejo de estado, mediante el cual se “declara nula la elección del señor Ovidio Mejía Marulanda como alcalde del municipio de maicao y en consecuencia, se cancela la credencial que la registraduría le expidió al señor Mejía”, y la segunda, las manifestaciones de los comerciantes informales de gasolina venezolana que confluyeron en bloqueos, enfrentamientos con la policía, incendios y saqueos en el centro del municipio.

Ante tales acontecimientos, los JÓVENES GUAJIROS, HEREDEROS DEL DEPARTAMENTO, expresan su preocupación y punto de vista.

Desde esta perspectiva, la situación que atraviesa Maicao es deprimente y no es cuestión solo de la actualidad, sino que viene de muchos años atrás a raíz de malas administraciones consecutivas, las cuales reflejan en todos los ámbitos el precario estado del municipio; por lo tanto resulta imperante tomar cartas sobre el asunto y manifestar una inconformidad. Maicao necesita trabajo y no propuestas que se las lleve el viento; este municipio insignia de Colombia, está carente de políticos de verdad. Los ciudadanos deben hacer un esfuerzo grande y presentar proyectos sociales claros, obras que perduren, ideas que transcurran y no seguir con la burocracia que ha existido por muchos años.

Se está a tiempo todavía de resolver tales problemas y solo la unión del pueblo y el esfuerzo conjunto salvará a Maicao de la incertidumbre laboral y económica que tiene sumergido al municipio en un atraso crítico. Las circunstancias de Maicao son graves, al límite que se presenten disturbios que fortalecen al vandalismo y deterioran la imagen de un pueblo que se encuentra ávido de un cambio de comportamiento y proceder. Sin duda, al futuro alcalde le concierne realmente plantar un horizonte claro y benéfico, donde las reglas y la cultura, hagan de este, un lugar predilecto para la visita de los comerciantes y turistas, así como una mejor calidad de vida para sus habitantes.

En el contexto que envuelve al departamento, la inconformidad de los guajiros se ha reflejado en violencia y desorden social; asimismo, la pobreza se ha hecho más evidente debido a la escasez de oportunidades laborales. No se puede creer que el gobierno esperó a que el contrabando de gasolina tomara tanta fuerza, evidentemente en La Guajira se presenta esta problemática desde hace mucho tiempo, ya que el rebusque reinante en el territorio es abanderado por el contrabando y nunca se vio un control por parte de las autoridades competentes; sin desconocer, que detrás de este negocio informal hay muchas familias sobreviviendo. Los gobiernos tanto nacional, como departamental y local están obligados a dar pronta solución al problema antes de que tales eventos desastrosos continúen sucediendo.

En tal sentido, los mandatarios deben priorizar el cumplimiento de sus planes de desarrollo, para generar en los jóvenes profesionales y la comunidad en general, un espíritu con sentido de pertenencia por el municipio, que sea una sociedad crítica constructiva con propuestas de solución y no con una lista interminable de culpables.

Los principales proyectos deben estar enfocados en la generación de empleo, el fortalecimiento de maicao con exenciones de impuestos por ser zona de frontera, como las que se plantearon hace años (y que los diferentes gobiernos municipales han dejado que el gobierno central les elimine a lo largo de los años) y la formación de cooperativas y apoyo a las existentes, para que crezca la economía, tanto para la comunidad Wayuu, como para los demás habitantes del municipio.

No solamente en Maicao, sino en todo el departamento en general, se ve como siempre los políticos proponen y proponen, ofrecen y ofrecen y nada que cumplen, los que habitan y viven en carne propia los malos manejos y la gestión inadecuada de recursos y regalías, deberían denunciarlos, esto es inexcusable, levántense y háganse oír.

Es necesario enfocarse en la educación, un municipio culto refleja propuestas que se expresan constructivamente. Pero lo indispensable es el respeto y el cumplimiento de lo que se promete, se necesita volver a creer y tener la esperanza de que todo mejore.

La comunidad maicaera esta visionando un mejor futuro para la región y a los electores les corresponde concienciarse y analizar objetivamente el panorama, en aras de alcanzar un verdadero desarrollo. ¡El momento es ahora!

domingo, 9 de agosto de 2009

Horacio Serpa se refiere al comunicado del ministro del Interior

El Gobernador de Santander, Horacio Serpa Uribe, se refirió esta mañana desde el municipio de Vélez, a propósito del comunicado expedido por el Ministro del Interior, Fabio Valencia Cossio, sobre las competencias en el tema de las relaciones exteriores.
El mandatario de los santandereanos afirmó: “conozco a fondo la Constitución Nacional y nunca pretendería asumir competencias de otra autoridad y mucho menos desconocer el fuero presidencial.

Agradezco las innecesarias recordaciones del señor Ministro del Interior.

No obstante, manifiesto que como Gobernador de Santander, hablaré con quien considere apropiado, en Colombia y fuera de ella, y no acepto más límites que los señalados por la ley, la conveniencia del país y el bienestar e interés de mi Departamento y de los Santandereanos” puntualizó Horacio Serpa Uribe.
Velez, Santander, 08 de Agosto de 2009

Real Maicao empató ante Boca junior en Sincelejo

Por. Julio Smit Benjumea

Sincelejo. El BJ Sincelejo empató ayer 2-2 con Real Maicao por el campeonato de fútbol de la Primera C en el Estadio Arturo Cumplido Sierra.

El primer tanto del partido lo consiguió el equipo visitante a través de un tiro penalty al minuto 19 del primer tiempo. Lo cobró Breiner Parody.

Cuando iban 35 minutos fue expulsado el volante sabanero César Carrillo.

El empate llegó al minuto 43 en los botines de Óscar “Moña” Carrascal tras cobro de tiro penalty luego de que le cometieran una falta en el área a Breiner Estrada.

Al minuto 14 del segundo tiempo, Rafael Prens anotó el segundo gol para el equipo sincelejano.

Al minuto 48, cuando todo parecía una victoria, un cabezazo del sucreño Giovani Villamizar le dio el empate al Real Maicao.

viernes, 7 de agosto de 2009

Conversación "a la maicaera"

Maicao-. Esta imagen fue captada en el centro de la ciudad y corresponde a un hecho normal: un carro se detiene y el conductor comienza a conversar con un amigo mientras los demás conductores esperan a que termine la larga tertulia en plena mitad de la calle.

No importa el trancón, las bocinas ni el llamado cordial ( o grosero) de quienes piden que la conversación finalice para que el tráfico siga su marcha.

La frase predilecta de quienes toman esta actitud contraria a la cultura ciudadana es "estamos en Maicao", como si estar en Maicao nos diera para violar las normas de convivencia.

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