miércoles, 4 de noviembre de 2009

La Policía, incauta más de 3 mil galones de ACMP de contrabando


Comunicado ANNP

Distracción -La Guajira. En desarrollo de diferentes operativos encaminados a contrarrestar el tráfico de hidrocarburos en la Guajira, en las últimas horas la Policía Nacional, se incautó 3 mil 300 galones de ACPM de contrabando, avaluados en 19 millones de pesos.

Los controles ejercidos por la Policía Nacional en el eje vial y la información ciudadana, permitieron en un puesto de control ubicado a la altura del kilómetro 36 de la vía que de Distracción conduce a Cuestecitas, interceptar al camión marca Dogde, color azul, modelo 1973 colombiano, donde era trasportado el hidrocarburo, el automotor era conducido por una persona de 47 años de edad, quien fue puesto a disposición de la autoridad competente por el delito de Favorecimiento al contrabando de hidrocarburos.

El comando del departamento de policía Guajira agradece a toda la comunidad por el suministro oportuno de información y a la vez le suministra las líneas de emergencia 112, gaula 165, 7282811, 7272200. Se garantiza absoluta reserva.

Los "Tuchineros": la sangre zenú de la Guajira Intercultural

CRÓNICA

Por: Abel Medina S.

La leyenda se cumplió con inexorable certeza, ya lo decían las ancianas de trajes largos y mangas recogidas, ya lo aseguraban los abuelos de abarcas tres puntá y sombrero vueltiao. Bajo la iglesia de San Andrés de Sotavento ondeando su cola en un río subterráneo, como en un sacro contubernio sincrético, estaba enterrado el caimán de oro, tótem tutelar de los zenú.

La cola se extiende hasta la ciénaga de Betancí, la extremidad izquierda se prolonga hasta Palmito, la derecha alcanza a Sampués, la pata trasera toca Ciénaga de oro y la otra acaricia Chimá y Momíl.

El caimán supo cubrir con su cuerpo todo el resguardo indígena zenú de San Andrés de Sotavento, ubicado entre Sucre y Córdoba, el cual tiene una extensión de 83.000 hectáreas cuadradas. La sentencia señalaba: el día que desenterraran el caimán de su sueño ancestral los zenú se condenarían a convertirse en seres acuáticos, el pueblo se inundaría.

Los guaqueros de siempre, sin que los zenú lo notaran como que sacaron el caimán porque la maldición cobró vida.

El torrente de la hegemonía occidental desgastó la sangre con sus descoloridas aguas, desdibujó la lengua: el guajivo, desmembró el pasado saqueando los restos, las huellas del ayer se perdieron en el alienante comercio de piezas arqueológicas.

Para Uriel Baquero Paternina, quien ha sido capitán y líder natural del cabildo zenú en Maicao, la lectura de la leyenda no podría ser más desesperanzadora: “Eso significa que por la influencia occidental perdemos la tradición cultural, si esto pasa nosotros pasamos de ser indígenas puros a ser occidentales, cambiamos de territorio y de identidad, esto es pasar de seres terrestres a seres acuáticos, es retroceder”.

Hoy los zenú fluyen por los meandros del desarraigo, son remeros en las corrientes veleidosas de la alineación cultural, asomándose en la orilla nostálgica del mestizaje, hundiéndose en el fluir incesante de la asimilación cultural y étnica.

La leyenda auguraba la situación actual de la mayoría de zenúes que han tenido que abandonar su territorio impulsados por circunstancias forzosas como la colonización española, las encomiendas del siglo XVI, la violenta y silenciosa explotación de los terratenientes, el posterior desplazamiento que generó el proyecto de Urrá, y por último la violencia política y los actores armados que desencadenaron los flujos migratorios. Una suerte de coyunturas adversas que conspiraron contra la tranquilidad del caimán de oro.

El caimán los sigue convocando desde la atávica tradición, desde los ecos del pasado que alimentan su presente. Para ellos se nutren con la energía que este lagarto les legó: la comida ancestral de los zenú es la babilla. “El caimán nos protege, resguarda a todos los zenú” dice el capitán Baquero. Ya desde la antigüedad los zenú representaban al caimán en figuras zoomorfizadas, siempre han usado aceite de caimán para curar el asma y otras enfermedades respiratorias, en sus viviendas tradicionales las vigas reciben el nombre de “caimanes ” pues resguardan y fortalecen la casa, usan además seis postes cada uno con nombre propio.

Aunque muchos censuren su inclinación a consumir babilla, ellos saben que además de saciar su apetito, este plato típico nutre su esencia indígena con la fortaleza totémica y la magia simpática (pues heredan sus cualidades) de su ente protector.

Los zenú habitaron, desde mucho antes de la colonización europea, los territorios ribereños del Nechí, Cauca, Magdalena, San Jorge y Sinú. Cultura de río, su creencia en “Encantos” acuáticos, la veneración hacia animales como el caimán, la babilla, el sapo, la hicotea son trasunto de esta condición.

Era una cultura caracterizada por su organización, por su carácter laborioso sufrieron la explotación laboral de los españoles a través de las encomiendas instituidas en el 1540.

Su vocación agrícola aún alienta los sembradíos y huertas, los ríos le enseñaron a explotar los sueños auríferos.

Diezmados por los encomenderos y saqueados en su fe por los misioneros consiguieron que en 1773 la corona le titulara un resguardo para flanquear sus últimos hitos de identidad: se constituyeron resguardos zenúes en San Andrés de Sotavento (Córdoba), en Tolú (Sucre) y San Sebastián. Solo hasta 1927, y luego de varias marchas y movimientos indígenas lograron copia de la escritura pública que les confería el carácter de resguardo.

Hoy en día, los zenúes puros son una página del pasado y otro capítulo triste del etnocidio cultural. Los que sobreviven mantienen los rasgos físicos y los sistemas tradicionales de producción pero no han podido encontrar los rastros de la lengua nativa, creencias occidentalizadas animan su afán trascendente, poco recuerdan sobre su vestuario y rituales autóctonos. La diáspora contribuyó con la aculturización, los caminos de la errancia se volvieron mixturas para el sentido colectivo de etnia. Los zenú hoy revalidan el compromiso con su pasado y tratan de rastrear los pasos ancestrales y legitimar su estatus de minoría étnica.

En la memoria se pierde la creencia en sus deidades primigenias, hoy un sincretismo difuso concilia la cosmogonía ancestral con la devoción por la virgen. Los zenú creen en Ixtioco como dios creador, también en la pareja original representada en sus hijos Mexión y Manezca, las primeras creaciones del dios Ixtioco. La pareja primigenia tuvo como hijos a Momíl, Arachi, Chimá, Betancí y Tuchín de cuyos nombres surgen topónimos de la región de influencia zenú.

Estos tuvieron como descendientes a Panzenú, Finzenú y Zenúfana, ellos se convirtieron en caciques con sus respectivas provincias y sistema productivo tradicional: los Panzenú por sus sistemas de irrigación, sus canales artificiales para la siembra, los Finzenú se distinguirían por sus sombreros vueltiaos, los Zenúfana por sus artesanías y cerámicas.

El territorio de influencia zenú, abarca parte de Córdoba y otro tanto de Sucre. Los núcleos geográficos de mayor presencia cultural zenú son: San Andrés de Sotavento, Tuchín, Vidales, Molina, Algodoncillo, Flechas, San Juan de la Cruz y Petaca en Córdoba, y Palmito, San Antonio de Palmito, Pueblecito y Sampués en Sucre. Algunos apellidos en esta zona son referentes de linaje indígena zenú: Chantaca, Talaigua, Flórez, Mendoza, Bravo y Ortiz.


El símbolo universal de la cultura zenú es el sombreo vueltiao, aunque su elaboración se ha extendido a territorios vecinos como San Jacinto (Bolívar) sus mejores diseños proceden del epicentro de la cultura zenú: Tuchín. Uriel Baquero sostiene al respecto: “ya que perdimos la lengua, el sombrero vueltiao es nuestra identidad, significa la relación del hombre zenú con la naturaleza, mediante sus figuras expresa nuestra religiosidad”.

El sombrero tuchinero, el espiral de palma flecha que hoy no solo es referente de los zenú sino de las sabanas de Sucre, Córdoba y Bolívar en el Caribe colombiano, y del Caribe ante el país. Son, junto a las abarcas tres puntá, símbolos señeros de pervivencia zenú, marcas culturales de un pasado que se resiste y componente sustancial de la economía domestica en esta etnia.

Para elaborar los sombreros, abanicos y carteras se utiliza la palma flecha, que luego de un proceso de secado y tinturado se intrinca bajo las manos diestras de las mujeres zenú. “El zenú aprende a tejer primero que a hablar” dice Baquero. Este oficio era antes, exclusivamente femenino pero en la actualidad los hombres también lo desempeñan con propiedad. Los sombreros se distinguen por el tipo de tejido: existe el diecinueve, el veintiuno, el veintisiete.

Se adorna con motivos o símbolos étnicos como El piloncito, la Flor del limón, la Manito del gato entre otras. Además de los sombreros los zenú se destacan por la elaboración artesanal de balay, canastos, pulseras, anillos, abarcas. Recientemente las artesanías zenúes recibieron un impulso promocional por las tiendas creadas por Jerónimo, hijo del presidente Uribe.

Al respecto Uriel Baquero se queja: “El hijo del presidente esta divulgando esto no como cultura sino como negocio, ellos tienen una finca cerca de Tuchín, llegan y compran artesanías muy baratas y las venden carísimas, su interés solo es económico. Lo usan para representar hegemonía económica y no la identidad zenú”.


La falta de oportunidades forzó a muchos zenúes a movilizarse hacia zonas urbanas para desempeñar trabajos ocasionales y luego regresar a su casa con recursos. La errancia no tuvo regreso para algunos, otros fueron y regresaron, regresaron y fueron en un vaivén de incertidumbres. Maicao sería uno de los enclaves donde se consolidó una fuerte presencia de los zenú. Esta babel fronteriza abrió sus hospitalarias puertas a los laboriosos mestizos herederos del caimán. Escogieron la tierra de San José, patrono del trabajo, eligieron una ciudad que no descansa, el pueblo que vive para el trabajo.

En Maicao pocos se refieren a esta etnia como zenú, para el grueso de los maicaeros son “los Tuchineros”. La gran mayoría de ellos provienen de este corregimiento de San Andrés de Sotavento fundado en 1826 por las familias Mendoza, Flórez y Talaigua. En Tuchín se consolida el nivel de mayor arraigo indígena de los zenú, es su capital ancestral. Aunque en la actualidad es una población floreciente con presencia multicultural el barniz cetrino del pasado indígena cubre la tez de sus habitantes.

El cabildo de Maicao ha comenzado a reconstruir su historia en esta nueva y distante patria, en los años 60’s llegaron los primeros zenúes a esta frontera. Remberto Matías, residente aún en el barrio Divino Niño, parece ser el precursor de esta romería andariega. En 1965 llegó Heladio Clemente, le siguieron Juvenal Talaigua, Gregorio “El chino” Hernández. Fueron colonos que como muchos poblaron este territorio donde el estado abrió resquicios para que la informalidad germinara una bonanza comercial. Cada uno por su lado, sin el hilo cohesivo del mismo camino, solo el tiempo les haría reconocerse como unidos por un ancestro común.


La laboriosidad del zenú ha sido condición facilitadora para engranar en una cultura y territorio tan distante como la maicaera. Sobre esto Baquero expresa con certeza “El zenú tiene disciplina de trabajo, aquí en Maicao encontramos paisanos que tienen 20 o 30 años trabajando en el mismo lugar, nunca se ha escuchado aquí que un zenú se ha ido porque robó, porque mató”.

Su carácter taciturno, su condición honesta, sus principios de no violencia son garantes para mantenerse en un medio que veces es agreste e intolerante, eminentemente patriarcal y violento. El tuchinero sabe escamotear los problemas, sabe que a Maicao se viene a trabajar.

No se ha podido rastrear quién sería el primer “tuchinero” que fundó la nueva tradición de la venta de tintos en Maicao. En su territorio de origen nunca se ha cultivado café, tampoco es una práctica recurrente en la economía de su tierra.

El oficio de tintero es otro emblema de desarraigo, quizás un indicador de la sentencia legendaria: hombres acuáticos. Su capitán recuerda “No sabemos quien fue el primero que vino a Maicao, vio el espacio y le fue bien, fue al pueblo y dijo –allá en Maicao el tinto se vende bien – y trajo otros, y luego estos trajeron otros, lo cierto es que el noventa por ciento de los tinteros son zenú, y todo el mundo dice que el mejor tinto es el de los “Tuchineros”.

El tinto tuchinero sacude a los maicaeros de la somnolienta madrugada, los mantiene despiertos en el trajín bullanguero de la agitada vida comercial de esta ciudad.

El tinto es lenitivo para los corros esquineros y las tertulias ocasionales, el tuchinero entra sin permiso a las más importantes reuniones para paliar la abulia con su tintico caliente y sus aromáticas infusiones. El café de los Tuchineros es ya un componente espurio de la diluida identidad de este pueblo, es un modo de reconocer la presencia zenú en este territorio.

Casi la totalidad de vendedores de tinto en la ciudad son de descendencia zenú, este es su primer renglón de economía familiar. La mayoría de ellos trabajan bajo el auspicio de algún paisano ya bien posicionado en el negocio que le facilita vivienda, alimentación y trabajo del cual obtiene porcentaje por ventas.

Muchos de estos “Tuchineros” llegan a Maicao para trabajar ocasionalmente mientras deja la familia en su pueblo, laboran por unos meses y luego retornan a su lar patrio. Pero una parte muy notoria de ellos se ha establecido con la familia en la ciudad, además de dedicarse a la venta de tinto, bebidas aromáticas, cigarros y confitería encuentran posibilidades laborales en sectores informales como: las carretillas que cargan mercancías, ventas ambulantes o estacionarias de frutas o a las artesanías. Son también campeones del rebusque, eje informal de la economía subterránea que labra oportunidades para todos.

El cabildo indígena zenú comenzó a consolidarse en 1999, estuvo bajo la égida sabia de Uriel Baquero, con más de 20 años residiendo en Maicao, se aglutinan unas 380 familias. Hoy tienen en el concejal Nervel Reyes su principal líder aglutinador. Antes de esta iniciativa organizacional los zenú residentes en Maicao no se asumían como etnia, como indígenas. El cabildo logró suficiente cohesión social como para generar procesos identitarios y de reafirmación cultural. “No creamos el cabildo para competir recursos con las otras etnias, sino por la necesidad de ayudarnos, de ser solidarios, los otros cabildos como los wayuú nos han asesorado”.

El cabildo de Maicao además del capitán fortalece su institucionalidad con varios alguaciles y fiscales que apoyan la estructura organizativa del grupo. Se reúnen semanalmente para desempolvar recuerdos, para fortalecerse de la dispersión que la falta de un espacio común propicia, para nutrir el tejido social con principios de comunitariedad Así han podido jalonar a los que habían perdido la savia nutricia de la etnia, han rescatado del desarraigo a muchos paisanos que ya tenían la memoria desdibujada por la asimilación cultural.

Así viven en Maicao, de la nostalgia del caimán de oro a la esperanza de las bonanzas coyunturales de este pueblo. De la nostalgia de una lengua desvanecida al contacto permanente con árabes, wayuú y criollos colombianos y venezolanos. Añoran los patios florecidos y los sembradíos sonrientes en un territorio tostado por el sol de siempre, escuchan lejanos quejidos de la chuana y el pito atravesao entre el barullo de la champeta y el vallenato. Han tenido que adaptarse a nuevos hábitos alimenticios: del revoltillo de babilla, el guiso de hicotea, el mote de queso, la pava de ají, la chicha de masato y la mazamorra al frichi y chivo guisado o asado, al soso pollo venezolano, a la dieta sustentada en la carne más que en el pescado y las verduras.

Los “Tuchineros” siguen alimentando una tradición peregrina como su errancia. El café de los zenú aviva la vigilia en una ciudad que se resiste al fantasma de la recesión, despierta los ánimos para no dormirse en bonanzas lisonjeras. Mientras aportan su silenciosa laboriosidad, estos hermanos del sueño diverso construyen con su tono indígena un Maicao multicultural. Los sueños de su capitán alientan una gestión común y un anhelo de territorialidad “Si seguimos dispersos, viviendo separados, llega el momento en que perdemos contacto, luchamos por que el gobierno nos ayude a tener un barrio para todos nosotros, nuestro pequeño Tuchín”. Lejanos del rumor ribereño, en la calcinante frontera, tan solo con el rumor sanguíneo del caimán que convoca desde muy adentro, los zenú buscan la semilla ancestral para encontrar la mismidad indígena en un territorio de otredades.

Tomada la sede de la Registraduría en Maicao

Maicao-. Una toma pacífica de las oficinas de la Registraduría protagoniza a esta hora un grupo de aproximadamente cincuenta personas.

Uno de los tomistas, en diálogo telefónico con Maicao al Día, manifestó que la protesta se lleva a cabo en protesta por lo que denominaron falta de garantías para el proceso eleccionario del próximo 22 de noviembre para escoger el nuevo alcalde de Maicao.

Señala la fuente que no ha habido equilibrio en la designación de jurados y testigos electorales. En el caso de los jurados éstos son funcionarios oficiales, condición que favorecería a una de las campañas participantes en el proceso electoral.

Expresaron que la toma se prolongará hasta cuando haya un compromiso de la registraduría de actuar con total imparcialidad en las tres semanas que faltan para el día de las elecciones

martes, 3 de noviembre de 2009

Desadaptados se tiraron el espectáculo de fútbol


Maicao-.  Un grupo de desadaptados que desde bien temprano se ubicó en el sector norte la gradería occidental del estadio Hernando Urrea Acosta, protagonizaron un vergonzoso hecho que dio al traste con el espectáculo futbolero en el cual Real Maicao y Boca Junior de Sincelejo disputaban tres importantes puntos en su intención de clasificar a la siguiente ronda del torneo de la Primera C.

El partido estaba siendo arduamente disputado desde el minuto inicial cuando los dos equipos tuvieron oportunidades de irse arriba en el marcador. A los 8 minutos de la etapa complementaria Real Maicao anotó su primer tanto en una acción de Jesús Toti Gómez. Sin embargo, el cuadro visitante reaccionó y anotó dos goles a los minutos 12  y 19  por intermedio de Oscar Carrascal y  Juan Troaquero, este último mediante ejecución de pena máxima.

Boca había demostrado una ligera superioridad y eso se demostraba en el marcador pero Real buscaba afanosamente el gol del empate. Hasta el momento todo iba bien, excepto por groseras consignas lanzadas por los aficionados a la terna arbitral y a los jugadores y cuerpo técnico del equipo sincelejano por parte de un reducido grupo de aficionados.

De los gritos a los hechos

Transcurría el minuto treinta y los dos equipos jugaban un buen partido. Boca, a pesar de la ventaja parcial, continúa tejiendo jugadas de gol y Real, fiel a su vocación goleadora y a su costumbre de afrontar con entereza marcadores adversos, se entregaban de lleno en la cancha.

Sin embargo, el grupo de vándalos que gritaba groserías, alentado por el estado de alicoramiento, pasa de las groserías a los hechos y lanza algunas piedras contra el banco de suplentes que corre al centro de la cancha con la finalidad de protegerse.   Junto a ellos se ubican los directivos maicaeros que intentaban can calmar, sin éxito a la turba.

Los enfurecidos aficionados hicieron caso omiso del llamado de los jugadores locales, de la prensa y de los dirigentes locales. Su única intención era causar daño a los muchachos del equipo visitante en el supuesto de que "allá maltrataron a los nuestros y aquí tenemos que desquitarnos".

La policía controla la situación

Los agentes de la Policía Nacional presentes en el escenario recibieron los refuersos de sus compañeros casi en el mismo momento en que se inició la trifulca y, con el escudo antimotines, protegieron a los jugadores sucreños.  La mayoría de aficionados se retiró del escenario pero el grupo de agresores permaneció en el lugar hasta cuando la policía consiguió apagar las luces artificiales. En ese momento se ubicaron en las afueras del Hernando urrea Acosta desde donde continuaron lanzando piedras.

El bus visitante escoltado hasta las afueras de la ciudad

La Policía Nacional, en prevención de nuevos incidentes escoltó el bus de Boca hasta las afueras de la ciudad, sin que se presentaran nuevas perturbaciones.

Primer incidente en cincuenta años de fútbol

El fútbol es una pasión que se ha vivido en Maicao durante 50 de sus 83 años de existencia y jamás se había presentado un hecho de esta magnitud. Varios equipos locales, entre ellos el Deportivo maicao, el Palmeiras, el Atlético Maicao y el Unión Maicao, han tomado parte en el torneo de la Primera C desde 1.985.

Durante 25 temporadas se han jugado más de trescientos partidos en los cuales nunca se habían presentado incidentes como el del pasado domingo.

lunes, 2 de noviembre de 2009

CÓMO OBTENER LA PRÓRROGA DE LA VISA DE TRANSEÚNTE EN VENEZUELA

Ya no es necesario viajar a Caracas. El trámite se puede hacer en la Oficina del Saime en el Municipio San Francisco, sector de Sierra Maestra (zona metropolitana de Maracaibo).

Por: Orlando Cárcamo Berrío




Si estudias en Maracaibo y eres extranjero, ya no tienes que trasladarte a Caracas para prorrogar tu visa de estudiante o de transeúnte. La nueva oficina encargada de estos asuntos, el SAIME (Servicio de Identificación, Migración y Extranjería) que reemplazó a la antigua Onidex, abrió una oficina en una casa de la ciudad de Maracaibo. Si no vives en Maracaibo, pregunta en tu ciudad de residencia porque es muy posible que haya una oficina del Saime y puedas allí hacer tus trámites.

La apertura de esta oficina en la zona metropolitana de Maracaibo fue de mucho agrado para mí ya que me ahorró la incomodidad y el gasto que significa el viaje a la capital de Venezuela para prorrogar la visa.

En las líneas siguientes te voy a contar cómo fue mi experiencia en el trámite de la prórroga de mi visa de transeúnte. Parte de la información la tomé de testimonios de personas que ya han hecho este trámite. Otras informaciones las tomé directamente de las carteleras de la oficina del Saime y de mi propia experiencia realizando en trámite.

¿Cómo llegar al SAIME de Sierra Maestra?

Me levanté bien temprano, a las 3:20 a.m. y poco después tomé un taxi hasta la oficina del Saime encargada de la renovación de las visas.

Esta oficina está ubicada en el Municipio San Francisco en la esquina de la calle 18 con la avenida 4 en el sector de Sierra Maestra. El siguiente es el mapa de la ubicación exacta de la oficina:

La carrera desde cualquier punto céntrico de Maracaibo hasta esta dirección cuesta unos 40 Bs.F., un precio muy caro tal vez debido a lo lejos que queda . Sin embargo, si tomas un carrito de Sierra Maestra en el centro de Maracaibo podrás llegar al Saime pagando solo 1,5 Bs.F. aunque esta última opción es un tanto difícil de disfrutar cuando nos toca llegar de madrugada a las 4:00 a.m. para tomar nuestro lugar en la cola.

¿Qué días se realiza el trámite de prórroga de visas?

Por información de un compañero de trabajo en Colombia, me enteré que solo atienden el trámite de visas los días lunes y martes de cada semana. Por ese motivo viajé a Maracaibo el domingo anterior y dormí en esa ciudad. El día lunes, bien temprano, llegué al Saime a las 4:00 de la mañana y ya tenía delante de mí a unas 40 personas. Luego cada minuto llegaba más y más gente a realizar todo tipo de trámites. Mientras uno hace la cola y se dedica a conversar con los de al lado para quemar el tiempo, muchos vendedores de bebidas como café, agua, gaseosas, arepas deambulan de un extremo a otro deleitando con sus sabores a los que esperan.

Ese lunes, 21 se septiembre de 2009, pude notar que gran cantidad de personas de diversos países asistieron a legalizar su estadía en el país al responder a una convocatoria dirigida a personas que en el 2004 llenaron unos formularios para ese fin y que no habían tenido la oportunidad de avanzar hacia la legalización de su residencia o hacia su nacionalización.

¿Cuánto demora la cola?

Estuve parado en la cola desde las 4:00 a.m. hasta las 8:30 a.m., es decir unas cuatro horas y media. El siguiente es el aspecto de la cola en la madrugada:

A las 6:00 a.m. llegaron algunos funcionarios a dar información y orientación. Luego se presentó el mismo director del Saime, ciudadano Carlos Ripoll, quien personalmente procedió a atender a los extranjeros indocumentados recibiéndoles los “cartones blancos” o “Censo de Extranjeros”, unos formularios en donde se realiza la solicitud de naturalización o legalización de su residencia en el país.

A las 8:30 a.m. comenzaron a atender a los que solicitábamos visa o prórroga. Nos mandaron a pasar a una terraza techada, ubicada en el segundo piso de la casa en donde funciona el Saime. Allí pudimos sentarnos en algunas de las pocas sillas disponibles y esperamos hasta las 9:30 a.m. cuando una funcionara comenzó a revisar las carpetas de cada solicitante para verificar los documentos. Después de verificar los documentos, procedió a colocar un número de turno de atención a cada carpeta. Seguidamente comenzó la atención.

¿Qué documentos debemos llevar?

Debemos presentar una carpeta tamaño carta, la cual distribuyen los vendedores ambulantes por el precio de 2 Bs.F. En ella debemos colocar fotocopias del pasaporte (datos del titular, última visa), fotocopia de la cédula de residente si la tiene, dos fotos tamaño documento y el pasaporte en donde se colocará la visa. Si ya tu pasaporte está casi agotado con pocas hojas, lo mejor es llevar un pasaporte nuevo junto con el pasaporte viejo. Para tal efecto, recomiendan que se compre un pasaporte nuevo en el consulado de Colombia en Maracaibo o se lleve desde Colombia.

Además de los documentos anteriores, se debe anexar el recibo del depósito bancario (“bauche”) marcado con el nombre del solicitante de la visa (depositante) a nombre del Saime (beneficiario). En mi caso personal, tuve que consignar la suma de 275 Bs.F. Esto equivale a 5 unidades tributarias de 55 Bs.F. cada una. A un amigo de Colombia que se presentó con el pasaporte viejo y el nuevo, le tocó hacer un depósito adicional por la suma de 165 Bs.F. por concepto de “recuento”, proceso de asentar la última visa en un pasaporte nuevo ya sea vencimiento, agotamiento o extravìo del pasaporte anterior. Tenga muy en cuenta que no se puede presentar a esta oficina sin el recibo de pago bancario o “bauche”. Si lo hace, le darán las respectivas indicaciones y lo citarán para el día siguiente.


¿Cuántos días demora la entrega del pasaporte visado?

De acuerdo con la funcionaria encargada, el pasaporte visado se entrega veinte días hábiles después de recepcionar la solicitud. El pasaporte se entrega exclusivamente al titular. Los funcionarios encargados enfatizan en advertir a los solicitantes que no se aceptan intermediarios ni “gestores” para recibir el pasaporte.

A los veinte días regresé a buscar mi pasaporte. Llegué a la 1:00 p.m. y casi a las 4:30 p.m. me lo entregaron con la visa de transeunte.

La cédula de transeunte

Junto con el pasaporte me entregaron un papelito sellado y firmado con una fecha para regresar a sacar la cédula de transeúnte. Regresé a los ocho días. A las 12:00 m. estaba yo en la cola nuevamente puesto que el proceso de cedulación comienza a la 1:00 p.m. Para este trámite hay que pagar el valor de 110 Bs.F. (dos unidades tributarias con valor de 55 Bs.F. cada una) en una de las cuentas del Saime. Al igual que para la visa, el recibo de consignación debe contener su nombre y su número de cédula y como beneficiario al SAIME.

Para sacar la cédula de transeúnte se debe llevar las siguientes fotocopias: una de la página donde aparece la foto, otra de la visa vigente; una foto del recibo la consignación por 110 Bs.F. El empleado encargado le preguntará por su dirección exacta, su dirección de correo electrónico, el tipo de sangre, el puesto fronterizo por donde entró a Venezuela, etc.

La guerra a los gestores

La nueva agencia del estado para atender los asuntos de migración y el gobierno de Venezuela vienen empeñados en combatir a los llamados “gestores” (personas que tramitan documentos y cobran por ello) para evitar los cobros de exageradas sumas de dinero y la corrupción el proceso de asignación de visas y otros documentos. Este plan del SAIME se denomina "Corrupción Cero o Guerra a los Gestores" y ha arrojado buenos resultados según esa entidad. Numerosos han sido los allanamientos a casas y oficinas de gestores en los cuales las autoridades informan acerca de corrupción en el proceso de visado de pasaportes.

Para optimizar los procesos de obtención de documentos y quitarle espacio a los gestores, la mayoría de los trámites que atiende el Saime se han automatizado a través de Internet, menos este de la prórroga de visas para extranjeros.

¿Qué problemas genera este trámite?

Aparte del cansancio del estar parados en la cola, el pasaporte o pasaportes (el viejo gastado y el nuevo) se debe dejar en el Saime por veinte días. En este tiempo solo nos podemos identificar con un una hojita o comprobante que tiene nuestra foto y da constancia de que se está solicitando la visa o su prórroga. Este documento no sirve para salir del país y mucho menos para entrar.

Para salir del país antes de los veinte días debe usted ser creativo para no tener problemas con las autoridades de migración de las alcabalas de las carreteras. Lo mejor es pedirles la colaboración de que la(o) dejen pasar ya que debe ir a trabajar a su país.

Para regresar a Venezuela a buscar el pasaporte visado, lo mejor es sacar un permiso fronterizo en cualquier consulado venezolano. Si usted intenta entrar a Venezuela con la constancia que le da el SAIME de seguro que tendrá problemas con las autoridades de migración ya que ese documento no sirve para salir ni para entrar al país.

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